La importancia de cuidar nuestra alimentación: ¿Qué alimentos nos sientan mal? ¿Por qué? ¿Cómo detectarlos?
Las reacciones adversas a los alimentos (cualquier reacción desfavorable que se presente tras la ingesta de un alimento o de alguno de sus componentes) son episodios frecuentes en la población general. Sin embargo, el conocimiento exacto de los alérgenos alimentarios y los mecanismos implicados en estos procesos, es pobre y deficiente.
En las últimas tres décadas ha aumentado la preocupación por las alergias alimentarias. Los especialistas piensan que es fundamental llevar a cabo una valoración y un diagnóstico correcto con el fin de evitar dietas de eliminación innecesarias que puedan conllevar retrasos en el crecimiento y desarrollo de los lactantes y los niños, además de un déficit nutricional en los adultos.
Por ello en Clinica Rinos ponemos a disposición de nuestros pacientes el Test de Intolerancia Alimentaria
El test se basa en una sencilla extracción de sangre, que permite analizar la reacción de los anticuerpos del paciente ante más de 200 alimentos e identificar aquellos que causan reacciones adversas. Los pacientes que realicen el test, reciben una interpretación médica personalizada de los resultados, donde se define con precisión aquellos alimentos que se recomienda eliminar.
Existen distintos tipos de intolerancias:
- Metabólica por la falta de mecanismos involucrados en el metabolismo de algún alimento.
- Farmacológica por efecto de sustancias que se encuentran en algunos alimentos de forma natural y que son capaces de desencadenar reacciones gastrointestinales y neurálgicas. Dichas reacciones son dependientes de la cantidad de alimento ingerido por lo que no siempre aparecen.
- Indeterminadas. Provocada por la gran variedad de aditivos y contaminantes, presentes particularmente en los alimentos procesados.
Según los especialistas, no hay tratamiento farmacológico para las intolerancias. La solución es eliminar los alimentos que las originan. Algunas de ellas son de origen genético o metabólico y permanecen durante toda la vida, pero la mayoría se corrige al eliminar el alimento que la causa y, al cabo del tiempo, se puede recuperar progresivamente su consumo.